Una revolución empieza a hacerse desde los campos de batalla, pero una vez que se corrompe, aunque siga ganando batallas militares ya está perdida.
Decía que a la violencia del sistema había que oponer la violencia de la revolución.
La revolución es ahora nuestro hogar. ¿Tomás no lo entendió? Si cada uno se me va quedando en su casa cuando pase por ella, se acabó la revolución.