Ernest Hemingway, frases

Me gustaría ser viejo y saber las cosas a fondo. Me pregunto si se sigue aprendiendo o bien si no hay más que cierta cantidad de cosas que cada hombre puede comprender. Yo creía saber muchas cosas y, de verdad, no sabía nada. Me gustaría tener más tiempo.

Es preciso matar porque es necesario, pero no hay que creer que sea un derecho. Si se cree en ello, todo va mal.

Dios, me alegro de no estar ya encolerizado. Es como cuando uno se siente incapaz de respirar en medio de una tormenta. Y enfurecerse es uno de esos condenados lujos que no puedo permitirme.

Vi la muerte tan claramente como siestuviera sentada sobre sus hombros. Y aún más: sentí el olor de la muerte.

Era demasiado simple para preguntarse cuando había alcanzado la humildad. Pero sabía que la había alcanzado y sabía que no era vergonzoso y que no comportaba perdida del orgullo verdadero.

Su fe y su esperanzar no le habían fallado nunca. Pero ahora empezaban a revigorizarse como cuando se levanta la brisa.

Sigue navegando y acepta las cosas tal como vengan.

Hay probablemente un Dios, después de todo, aunque nosotros le hayamos suprimido.

Antes teníamos la religión y otras tonterías. Ahora debiéramos disponer todos de alguien con quien poder hablar francamente; por mucho valor que se tenga, uno se siente cada vez más solo.

Jordan contempló la morena cara de la muchacha y vio que los ojos de ella eran por primera vez tan jóvenes como el resto de sus facciones, sólo que, además, se habían vuelto de repente ávidos, juveniles y ansiosos.

Su rostro, iluminado por el resplandor del fogón, aparecía oscuro, bronceado y hermoso, como el de una estatua.

Al cabo de cierto tiempo, cuando se es tan fea como yo, que es todo lo fea que una mujer puede ser, al cabo de cierto tiempo, como digo, la sensación idiota de que una es guapa te vuelve suavemente. Es algo que crece dentro de una como una col. Y entonces, cuando ha crecido lo suficiente, otro hombre te ve, te encuentra guapa, y todo vuelve a comenzar. Ahora creo que he dejado atrás la edad de esas cosas; pero podría volver. Tienes suerte, guapa, por no ser fea.

Pero el hombre no está hecho para la derrota. Un hombre puede ser destruido, pero no derrotado.

Con todo, debo dormir. Ellas duermen, y la luna y el sol también duermen, y hasta el océano duerme a veces, en ciertos días, cuando no hay corriente y se produce una calma chicha.

El español no es leal, en fin de cuentas, más que a su pueblo. España entra evidentemente en primer lugar, luego su tribu, después suprovincia, más tarde su pueblo, luego su familia y, finalmente, su trabajo.

No es tan mala la derrota. Jamás pensé que fuera tan fácil. ¿Y qué es lo que te ha derrotado, viejo?

Me gustaría ponerlos a trabajar, día tras día, como hemos trabajado nosotros en el campo, como hemos trabajado nosotros en las montañas, haciendo leña, todo el resto de la vida. Así sabrían lo que es bueno. Les haría que durmieran donde hemos dormido nosotros, que comieran lo que hemos comido nosotros. Pero, sobre todo, haría que trabajasen. Así aprenderían.

Además todo mata a lo demás en cierto modo. El pescar me mata a mí exactamente igual que me da la vida.

El mundo quiebra a los individuos, y, en la mayoría, se les forma cal en el lugar de la fractura; pero a los que no quieren dejarse doblegar entonces, a éstos, el mundo los mata. Mata indistintamente a los muy buenos, y los muy dulces, y a los muy valientes. Si usted no se encuentra entre éstos, también lo matará, pero en este caso tardará más tiempo.

Cuando estábamos juntos nos sentíamos solos, pero solos en relación a los demás. Sólo sentí esta impresión una vez. A menudo me había sentido solo estando con otras mujeres, y así es como se siente más solo; pero, nosotros dos, nunca nos sentíamos solos, y nunca teníamos miedo estando juntos.

Quien no haya visto el día de la revolución en un pueblo pequeño, en donde todo el mundo se conoce y se ha conocido siempre, no ha visto nada.

Mi caballo bonito, mi caballo, tú no eres una mujer como un volcán ni una potra de chiquilla con la cabeza rapada; una potranca mamona. Tú no insultas ni mientes ni te niegas a comprender. Mi caballo, mi caballo bonito.

Los gitanos piensan que el oso es hermano del hombre porque tiene el mismo cuerpo debajo de su piel, porque le gusta beber cerveza, porque le gusta la música y porque le gusta el baile.

Es mejor tener suerte. Pero yo prefiero ser exacto. Luego, cuando venga la suerte, estaré dispuesto.

Todo en él era viejo, salvo sus ojos; y estos tenían el color mismo del mar y eran alegres e invictos.

La suerte es una cosa que viene en muchas formas, y ¿quién puede reconocerla? Sin embargo, yo tomaría alguna en cualquier forma y pagaría lo que pidieran.

Le he hecho mucho daño con esa historia. Matarle, sí. Insultarle, sí. Pero herirle, no; no me gusta.

Algunos pescadores más jóvenes, los que utilizaban bolsas para los pedales y tenían botes a motor, comprados cuando los hígados de tiburón se pagaban a buen precio, lo llamaban el mar, en masculino. Y hablaban de él como un rival, o un lugar, o incluso un enemigo. Pero el viejo siempre se refería a él en femenino y como algo que concedía o rehusaba grandes favores y que si hacía cosas malvadas y violentas era porque no podía evitarlo. La luna le afecta igual que a las mujeres.

Hay ahora tanta gente aquí, buscando la seguridad, que todos corremos peligro. Buscando la seguridad tú nos pierdes ahora a todos.

Las nubes se estaban acumulando ahora para la brisa y miró adelante y vio una bandada de patos salvajes que se proyectaban contra el cielo sobre el agua, luego formaban un borrón y volvían a destacarse como un aguafuerte; y se dio cuenta de que nadie está jamás solo en el mar.

La mujer de Pablo sintió que su rabia se iba cambiando en tristeza y en un sentimiento que helaba toda esperanza y confianza. Conocía ese sentimiento desde que era niña y sabía el motivo, como conocía las cosas que lo habían creado durante toda su vida

Me parece, inglés, que no entiendes nada de la política ni de la vida delguerrillero. En política, como en esto, lo primero es seguir viviendo.

Si una cosa es fundamentalmente justa, importa poco quese mienta.

El mundo es hermoso y vale la pena luchar por él, y siento mucho tener que dejarlo.

Noexiste nada más que el momento presente. No existen ni el ayer ni el mañana.¿A qué edad tienes que llegar para poder comprenderlo?

Comprender es perdonar.

Morir no tenía importancia ni se hacía de la muerte ninguna idea aterradora. Pero vivir era un campo de trigo balanceándose a impulsos del viento en el flanco de una colina. Vivir era un halcón en el cielo. Vivir era un botijo entre el polvo del grano segado y la paja que vuela. Vivir era un caballo entre las piernas y una carabina al hombro, y una colina, y un valle, y un arroyo bordeado de árboles, y el otro lado del valle con otras colinas a lo lejos.

Нау que tomar la miette сото si iueia aspitina.