No vi razón para no decirle la verdad, y sin embargo tuve la sensación de no hacerlo al hacerlo.
Se estaban engañando uno a otro y al fin la sangre pudo más.
Para eso servía el licor, para desbaratar las mentiras. Era una hermosa mentira.
Si una cosa es fundamentalmente justa, importa poco quese mienta.
Quiso cantar, cantar
para olvidar
su vida verdadera de mentiras
y recordar
su mentirosa vida de verdades.