
Lo que hace un hombre es como si lo hicieran todos los hombres.
La muerte (o su alusión) hace preciosos y patéticos a los hombres. Éstos conmueven por su condición de fantasmas; cada acto que ejecutan puede ser último; no hay rostro que no esté por desdibujarse como el rostro de un sueño. Todo, entre los mortales, tiene el valor de lo irrecuperable y de lo azaroso.
La que siempre es la rosa de las rosas,la joven flor platónica.
Prodigábamos pasión juntamente, no para nosotros sino para la soledad ya cercana.
El mundo es unas cuantas tiernas imprecisiones.
No sé si eres la muerte. Sé que estás en mi pecho.
Morell, despeñado y casi deshecho por la traición, meditaba una respuesta continental: una respuesta donde lo criminal se exaltaba hasta la redención y la historia.
Dios mueve al jugador, y éste, la pieza.
Cualquier destino, por largo y complicado que sea, consta en realidad de un solo momento: el momento en que el hombre sabe para siempre quién es.
Mi patria es un latido de guitarra, unos retratos y una vieja espada, la oración evidente del sauzal en los atardeceres.
Sabiduría de campo afuera la suya,
la de aquel que está firme en el caballo
y que rige a los hombres de la llanura
y los trabajos y los días
y las generaciones de los toros.
¿Qué morirá conmigo cuando yo muera, qué forma patética o deleznable perderá el mundo?
El mar es solitario como un ciego. El mar es un antiguo lenguaje que ya no alcanzo a descifrar.
Que muera conmigo el misterio que está escrito en los tigres. Quien ha entrevisto el universo, quien ha entrevisto los ardientes designios del universo, no puede pensar en un hombre, en sus triviales dichas o desventuras, aunque ese hombre sea él.
Lo esperaba, secreta en el porvenir., una lúcida noche fundamental: la noche en que por fin vio su propia cara, la noche en que por fin escuchó su nombre. Bien entendida, esa noche agota su historia; mejor dicho, un instante de esta noche, un acto de esa noche, porque los actos son nuestro símbolo.
Un atributo de lo infernal es la irrealidad, un atributo que parece mitigar sus terrores y que los agrava tal vez.
El universo (que otros llaman la Biblioteca) se compone de un número indefinido, y tal vez infinito, de galerías hexagonales, con vastos pozos de ventilación en el medio, cercados por barandas bajísimas.
Sólo la vida existe.
El espacio y el tiempo son formas suyas,
son instrumentos mágicos del alma,
y cuando ésta se apague,
se apagarán con ella el espacio, el tiempo y la muerte.
Run away to sea, huir al mar, es la rotura inglesa tradicional de la autoridad de los padres, la iniciación heroica.
Comprendió que ningún destino es mejor que otro, pero que todo hombre debe acatar el que lleva adentro.