Paulo Coelho, frases

Porque el futuro pertenece a Dios, y él sólo lo revela en circunstancias extraordinarias.

Es un libro que habla de lo que hablan casi todos los libros. De la incapacidad que las personas tienen para escoger su propio destino.

Pero el ser humano es así. Sustituye gran parte de sus emociones por el miedo.

—No tienes nada que perder. Mucha gente no se permite amar precisamente por este motivo; porque hay muchas cosas, mucho futuro y mucho pasado en juego. En tu caso existe únicamente el presente.

Pero tengo miedo de que sea una gran decepción, y por eso sólo prefiero seguir soñando.

Pero este miedo pasa cuando entendemos que nuestra historia y la historia del mundo fueron escritas por la misma Mano.

Aun a distancia, los ojos mostraban la fuerza de sus almas. Y esos ojos hablaban de muerte.

Nunca desistas de un sueño. Sólo trata de ver las señales que te lleven hasta él.

Todo lo que está sobre la faz de la Tierra se transforma siempre, porque la Tierra está viva, y tiene un alma.

Nosotros, los corazones, nos morimos de miedo sólo de pensar en los amores que partieron para siempre, en los momentos que podrían haber sido buenos y que no lo fueron, en los tesoros que podrían haber sido descubiertos y se quedaron para siempre escondidos en la arena.

Morir mañana es tan bueno como morir cualquier otro día.

El Alma del Mundo se alimenta con la felicidad de las personas. O con la infelicidad, la envidia, los celos.

Cada día trae en sí la Eternidad.

No conozco el lenguaje del desierto, pero mi caballo conoce el lenguaje de la vida.

No importa lo que haga, cada persona en la Tierra está siempre representando el papel principal de la Historia del mundo. Y normalmente no lo sabe.

Todos nosotros vivimos en nuestro propio mundo. Pero si tú miras hacia el cielo estrellado, verás que todos estos mundos diferentes se combinan, formando constelaciones, sistemas solares, galaxias.

Cuántas cosas perdemos por miedo a perder.

Los ojos muestran la fuerza del alma.

Todo es una sola cosa. Y cuando quieres algo, todo el Universo conspira para que realices tu deseo.

Toda bendición no aceptada se transforma en maldición.

Tú ni siquiera necesitas entender el desierto: basta con contemplar un simple grano de arena para ver en él todas las maravillas de la Creación.

La muerte era dulce, olía a vino y acariciaba sus cabellos.

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